Adiós y bienvenida a casa

Por fin de regreso a mi pequeño hogar que ya extrañaba tanto. Al despedirme de Natalia sabía que no sólo la había dejado a ella, sino a un sin fin de cosas que ya quería desechar. Sí, por fin en casa, pero ahora se ve tan extraña. No cabe duda de que, en tan poquito tiempo, pude cambiar mucho. Aún recuerdo aquellos tiempos en que me dejaba ahogar con tan poco. Aquellos tiempos en que los viejos recuerdos me atormentaban tanto. Por fin puedo respirar a gusto; ya no me carcome el pasado que no era mas que un simple parásito que gustaba de hacerme sufrir y alimentarse de mi tristeza y de mis lágrimas; todas esas cosas que me dejaban tan seca, toda podrida por dentro, con una pequeña sombra que era más etérea que mi alma. Sí, mi alma, creo que hasta a ella la recuperé. Ya la tenía tan olvidada, tan pisoteada junto con mi dignidad. Nunca supe en qué momento me perdí para convertirme en eso; de verdad nunca lo supe, pero lo que ahora sí sé es en qué momento me reencontré. Por fin soy yo de nuevo. Por fin puedo sonreír sin sentir que todo es hipocresía. Ya puedo voltear a ver el azul del cielo y no sentir que se trata de una enorme falsedad. Puedo, incluso, sentir el viento y sentir que con su solo roce me alimenta, me limpia, me purifica. Aquí estoy, en mi cuarto que antes era una jaula, una cárcel; me da gusto saber que ya no lo es, que incluso aquí me puedo sentir tan libre, tan completa, que no necesito de algo más. Estoy aquí, Sola, como casi siempre, pero no solitaria e inmersa en la soledad. Aquí estoy, conmigo frente al espejo al cual hace mucho que no visitaba; siempre me dio miedo verle y no reconocer a la persona que veía y, así, dejar correr las lágrimas que alimentaban todo el mal que pensé jamás dejaría de hacerme daño. Por fin le dije adiós a todo eso, por fin encontré la forma en como deshacerme de tanto dolor; jamás pensé que fuera a ser tan sencillo, que bastara con tener la idea loca de reencontrarme con mi amiga para por fin extirpar todo eso que ya era parte de mí. Tanto que busqué la solución a eso; tantas noches en vela que para lo único que sirvieron fue para seguir aumentando tanto mal. Finalmente estoy conmigo de nuevo; casi al final, casi cuando sentía que la vida se me iba entre las manos.