Un, dos, tres... se hace tarde otra vez
Aún estaba cansada por aquel viaje a las estrellas, pero de alguna forma pude despertar temprano para disfrutar de la mañana y tomar energía de los primeros rayos de sol. Miraba por la ventana mientras tomaba un poco de jugo que parecía haberse pintado con la energía solar; de pronto, sonó el teléfono del cuarto.
-Pensé que ya te habías olvidado de que estaba aquí- le dije a Natalia- creo que ya hasta olvidaba por qué había venido.
Me dijo que nos viéramos en la tarde, que me invitaría a comer a un lugar donde sirven muy bien. Me dio la impresión de que se le había olvidado que no soy muy exigente en esas cosas; en fin, terminé de desayunar y me vestí. Salí del hotel y fui un rato a la pequeña plaza que estaba enfrente. El aire era fresco pues había tantos árboles alrededor que recién respiraban y exhalaban. Como suele pasar en situaciones parecidas, comenzó a surgir el fluir de ideas y la inspiración se me quería salir por los dedos; me levanté y caminé para encontrar alguna tienda donde pudiera obtener algo para plasmar tanto revolotear de imaginación. Encontré una pequeña papelería y compre un bloc para dibujar, no era muy grande, pero tampoco era pequeño. Era el tamaño justo para dicha ocasión. Caminé un poco más hasta llegar a un espacio poco poblado, pero demasiado agradable. Estaba ahí, con mi madre, con la señora Naturaleza quien me sonreía. Uno de sus hijos estaba justo frente a mi, algo estático, pero nunca se le quitó lo seductor; me miraba y movía sus manos ligeramente. Comencé a bosquejar un poco su silueta… el pasto… el andar… como mis pies chocaban con el suelo… un camino indefinido… tranquilidad… amor. Todo se plasmaba en un poco de papel. De pronto, unos canadienses pasaron por ahí; dejaron de hablar francés y me dijeron unas cosas lindas; luego de ver un poco, siguieron su camino. Me acordé de él, de don Catrín y su acento algo parisino. Un suspiro, tal vez dos. Muchos recuerdos. Mirar el reloj y levantarme. Se me estaba haciendo tarde. Tarde para ver a Natalia… y tarde para pensar en viejos y efímeros amores.
8 comentarios:
00d.nada cmo la Madre para sentir lo que es lindo
Justo ayer me pasó lo mismo estaba tocando mi lira y cantando fumadeces cuando derepente se me hizo tarde para dormir...
Y desperté amnésico
don Catrin PND
Por un momento me pregunté qué hacias con tu mamá en un sitio así... pero continué leyendo. Chido.
Es la primera vez que visitó tu blog y seguramente regresaré.
Saludos!
Quedarse un minuto con la medre es lo mejor que pueda pasar…. Solo un minuto y te llenas como nunca tu blog esta pavo…!!!
Un beso donde quieras…!!!
El pana naar (se libre)
Aparécete ya ¬¬... así como en Harry Potter.
¡Que onditas! Jejeje, un momento disfrutando de la compañía de Natura....quiza debería escucharla más a menudo y caminar a su lado en tardes frescas.....Un saludote, ojala podamos platicar pronto por msm :D
Publicar un comentario