Me and my men

Pues sí, a veces me pongo con unas ganas de estar de cursi y empalagosa con la gente... desde hace como una semana que ando realmente cursi, pero nomás no hay prospecto efectivo a la vista para colgarse con los brazos de su cuello y provocar que su nivel de glucosa se eleve con cada palabra que se le dice... en fin, no sé si es mi culpa por tener gustos tan especiales, pero es que en verdad es bastante raro que alguien atraiga tanto mi atención; para sorpresa mía, hay, digamos, tres personas en la escuela a quienes miro y hasta siento como que brillan mis ojos... si, tres... y no es que sea una avorazada, yo misma me sorprendo de que sean tres monitos los que me atraigan de cierta manera, pero, si bien son tres, no los veo a todos con frecuencia... y muy a mi pesar, no les hablo... o bueno... eso creía hasta el día de hoy... pues de tres a uno no le hablo, al otro tengo la oportunidad de hacerlo, eso desde el viernes... y el tercero... pues... digamos que es al que más le puedo hablar... desde ayer... pero oh sorpresa, tiene una voz que le quitó como cien puntos... en fin, al parecer es simpático... que por cierto hoy me lo encontré y andaba medio dormida y, sí, me puse algo nerviosa y al saludarlo le digo "cómo estás?", me da su respuesta... me quedo oyendo ruidos en mi cabeza y le digo "y tú?" y me quedé pensando "qué demooonios acabo de hacer?"... en fin, espero no se haya dado cuenta de eso. Ahora, regresando al que le hablo más o menos... o bueno, intercambié unas cuantas palabras gracias a que... oh dios, fui al club de anime del cual es presidente... sí, me fui a meter a algo así y qué? en fin... no es de sorprender que el chico en cuestión, el cual... wait... acabo de ver a un rubio ruso grrrr... bien, Hector se llama y tiene esas características físicas que me gustan en un hombre... excepto, claro que su cabello no es oscuro sino castaño claro, pero recién se lo tiñó de negro... bueno, decía que... es... bastante... raro... pero RAAAAARO, no sólo por lo que pude ver, sino por lo que me contaron (todo esto en cuanto a cómo se comporta). En fin, la opción que más me agrada, motiva, entorpece de todas es aquella cuyo único defecto es... tarán no tener forma de hablarle... y es con la que, de hecho, he cruzado muchas miradas de pena.


Oh, noes... seguiré abrazando a mi osito cariñosito.