Tu Universo

(esto se lee con Tu Universo de Telefunka como música de fondo porque, precisamente, eso me inspiró la canción... eso y muchas lágrimas)

Completamente estática, como si mi aliento se fuera perdiendo en el aire hasta dejar de respirar; terminar inerte, sin vida. Sin signos vitales. Sin embargo, sigue latiendo mi corazón sin importar lo inmóvil que esté. Aquí sin moverme, con la mirada fija hacia la nada. Con el pensamiento en algún lugar, me empiezo a elevar; mi cuerpo siente esas ganas de volar, junto con la necesidad de desaparecer. Empezar a tele-transportarme hacia lo que mi ser me pide. No saber dónde estoy. No reconocer el sitio. Parar y caminar. Recorrer este lugar que parece haber salido de ese cuarto oscuro llamado mente, donde un pequeño duende llamado imaginación habita. Empiezo a tratar de reconocer cada rincón de este espacio. Todo está sin vida; la habitación parece vacía y consumida por la oscuridad y la vejez. ¿Qué es esto? Una pequeña nota que dice “Has llegado al punto en el que el algoritmo está por darte el resultado de tu elección y pronto llegarás al final de esto, pero a un final que parece una continuidad, como si su fin no existiera.” Una puerta se abre de sorpresa y ahí está él, con el rostro desvanecido, excepto sus ojos; me mira fijamente y el marrón de sus ojos brilla con intensidad. Puedo ver en su rostro el resplandor de la luz que destella de mis tristes ojos que poco a poco empiezan a mojar mis mejillas. Una lágrima cae al suelo y en eso, ambos corremos a nuestro encuentro. Se empieza a dejar ver una leve sonrisa, tan breve que parece desaparecer, pero no es así, y por fin puedo ver su rostro. Eres tú, ahora me doy cuenta que era tu nombre lo que gritaba mi corazón cada vez que latía. Siempre supe que eras tú; yo lo sabía, aunque no lo entendía, lo sabía.